Cada día te quiero un poco más.

Me despido de todos mis compañeros, mis amigos, de los profesores, de las aulas, de los bancos y paredes (donde grabé mi nombre). Pero me llevo aquellos recuerdos imborrables, esos momentos de nervios ante una lección oral, alguna que otra prueba o examen sorpresa y el nerviosismo cuando lo profes te nombraban para pasar al frente mientras todos te miraban con esas sonrisas irónicas y a la vez de satisfacción sabiendo que habían zafado de pasar al frente, los juegos chiquilines e inocentes de andar escondiendo alguna carpeta ó cartuchera ó la guerra de tizas.
Ahora todo parece terminar, ahora es momento de responsabilidades, de madurar y de cambiar para llevar una vida más ordenada. Ahora todo se acaba. Dicen que nos vamos a seguir viendo cada tanto. No creo. A partir de ahora todos vamos a tener diferentes responsabilidades y por algún que otro motivo nunca podremos estar todos juntos. Las cosas buenas duran poco.
Ahora algunos estudiaran, otros trabajaran y así cada uno reinventará su vida. Pero siempre con el recuerdo de la secundaria en la memoria de nuestros corazones.
Esta es mi despedida, duele mucho, pero quiero que sepan tanto los profesores como mis compañeros que me acostumbré tanto a ellos que me van a hacer falta y echaré de menos ese empujón al ánimo que me daban mis compañeros y amigos para estar bien.

Los extrañaré