No me importa lo que diga la gente de mi, pero no hay cosa que más me guste que me digan que estoy guapa. Soy bipolar y me encanta serlo, puede que sea la escusa perfecta para todos los fallos; pero hablando de fallos, los cometo muy a menudo, una media de una vez al día, y nunca aprendo, solamente me rio de ellos. No soy nada picona, pero me vicio facilmente. Me enamoro con facilidad y me desenamoro con mucha dificultad. Puede que parezca la persona más feliz del mundo, y al siguiente día ni me reconozcas, estaré llorando por los suelos, aunque casi nunca lloro, si no es de felicidad.. Me contradigo, soy bipolar y me encanta. Siempre que nos enganchamos a algo nos cuesta soltarnos o despegarnos de ello, estamos tan ciegos que no nos damos cuenta de las cosas que pasan alrededor nuestra y nos creemos cosas que muchas veces no son verdad...Estamos tan confiados que nos creemos todo lo que nos dicen, y no vemos o comprendemos lo que realmente sucede. Hasta que llega el día en el que te paras a pensar y te vas dando cuenta de que nada ha sido lo que parecía, que todo ha sido una mentira, que sencillamente eras protagonista de una simple película que no tenía nada que ver con la realidad. Y aunque intentes creer que no es así, sabes que no puedes hacer nada por cambiar lo inevitable, y empiezas a ver las cosas desde otra manera totalmente diferente, y tienes que aceptarlo y ya esta, tienes que abrir los ojos. Porque el amor te pone una venda en la cara que te impide ver lo que realmente sucede, hasta que te quitan esa venda de la cara y vas viendo todas esas cosas que tu pensabas que no eran asi... esas cosas que veías bonitas y a la hora de la verdad no son mas que una máscara que oculta un lado mucho más triste. Y sí, muchas veces la realidad es espantosa, pero al fin y al cabo es la realidad y no puedes hacer nada por cambiarla, tienes que joderte, tienes que aceptarlo, tienes que seguir el camino, y darte cuenta de que cuando se cierra una puerta, se abre otra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario