A cada paso que damos dejamos huella en el mundo. Cada centimetro que avanzamos nos enseña que tenemos que reír y reír, que lamentandonos lo único que conseguiremos es lamentarnos más y más, y no disfrutar de este maravilloso momento. Aprendemos a seguir adelante. No hay que pedir una carga ligera, sino una espalda fuerte. Nos damos cuenta de que es necesario sufrir , que triunfar significa llevar a cabo unas consecuencias y afrontarlas, y cuando quieras reír una vez, primero deberás haber llorado mil veces antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario