miércoles, 22 de febrero de 2012

Es sentir que eres mi vida, que te quiero por encima de todo. Es sentir que cada vez que te me acercas, que cada vez que una parte de tu cuerpo y el mío se rozan, se me ponen los pelos de punta, le corazón se me desboca, la sangre circula por mi cuerpo a la velocidad de la luz, la temperatura de mi cuerpo aumenta desmesuradamente y todo el cuerpo me tiembla.

Cuando te me acercas, cuando te veo aparecer, cuando me dices una bobada, cuando me sonríes, cuando…simplemente cuando te veo por la calle, moviendo tu cuerpo de un lado al otro, poco a poco, suavemente, cada una de esas veces el cuerpo me tiembla. Sí, pero no es un temblor normal. Es un temblor que me tumba, un temblor que me corta la respiración, un temblor que hace que me desvanezca, un temblor que hace que lo odie, porque siento que me voy a morir…pero es un temblor que amo, que me gusta sentir, lo necesito para vivir. Es un temblor que me crea adicción. Es como una jodida droga, es como una droga que cuando la pruebas, no puedes dejarla. Es como una droga que cuando pasas unos días sin consumirla, sientes como el cuerpo se te consume, como algo te va comiendo por dentro, pero cuando crees que vas a morir es cuando aparece ÉL, es cuando vuelve ese temblor, es cuando esa droga vuelva a ocupar todo tu cuerpo.

Eso es lo que siento por ti, yo lo veo así de simple.

No hay comentarios:

Publicar un comentario