Yo también tengo derecho a estar borde, a pasar de todo, a dejar de hacer lo que dicen que es lo correcto, a vivir la vida, a que me sobre felicidad y a quererte sin miedo a lo que digan. Yo también tengo derecho a gritar hasta quedarme afónica, a bailar hasta desgastar las suelas de los zapatos, a no arrepentirme de nada, a hacer sin reflexionar, a actuar y luego pensar, o simplemente a no pensar. Yo también tengo derecho a subirme al tren equivocado y perderme en tu mirada. Yo también tengo derecho a pasar de ti, a mirarte y no enamorarme, a decir que no te necesito y a creermelo hasta que sea cierto. Yo también tengo derecho a enfadarme con quien me da la puta gana. Yo también tengo derecho a juzgar, igual que me juzgan a mi. Yo también tengo derecho a decir adios, o un asta luego .
No hay comentarios:
Publicar un comentario